El portazo, en las narices, por favor

No sabía si contestar a la segunda respuesta de la fiscalía, que dejaba una puerta sólo aparentemente abierta a mi requerimiento. La respuesta es que no habrá entrevista para exponer «la postura de la Fiscalía de Cataluña sobre este caso», aunque «cuestión distinta sería solicitar examinar el expediente que sobre el particular pudiera existir en Fiscalía, caso de conservarse».

La puerta está sólo aparentemente abierta, primero, porque «precisaría demostrar mi interés directo en el asunto», y segundo, «constatar que la lectura del expediente no afecta al derecho a la intimidad de terceros».

El portazo está agazapado en el adjetivo «directo» que acompaña a «interés», y que esconde una nueva negativa por no ser parte  en el asunto. Pero ellos solitos se pillan luego los dedos con una segunda exigencia absolutamente imposible de cumplir: ¿cómo voy a constatar yo que «la lectura del expediente no afecta al derecho a la intimidad de terceros»?

Como la cosa va de juegos de manos y palabras, yo voy a hacer también mis pinitos: me voy a ir directamente a la fiscalía para constatarles mi interés.

Mañana les cuento.

Una respuesta a “El portazo, en las narices, por favor

  1. Me temo que podrías ahorrarte la visita a la Fiscalía. No se trata de constatar tu interés sino de tener “un interés directo” lo que en lenguaje jurídico, si no me equivoco, quiere decir que te afecte a ti ese expediente, que seas parte interesada en cualquiera de los aspectos que se traten en él. No es tu caso. Respecto a “la intimidad de terceros” lo que establece la Constitución, en su artículo 105, es que “El acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas”. Lo que desde luego no dice es que lo tengas que demostrar tú. En cualquier caso, la puerta te la seguirán cerrando por no tener interes directo.
    Hace, creo, un año más o menos, presenté un escrito en el Ministerio de Justicia solcitando el acceso al expediente de indulto. Lo hice en nombre de Tommouhi acompañando una autorización suya firmada cuando todavía estaba en la cárcel. Unos meses después, al no recibir contestación, llamé por teléfono y una persona (no recuerdo el nombre) del Departamento de Indultos me dijo que no podía ser alegando lo de la intimidad de terceros. Le pedí que me constestara por escrito, como es su obligación, y aunque quedó en hacerlo, jamás he recibido respuesta. Creo que también me dijo que al ser el de indulto un procedimiento especial no se le aplicaba la Ley de Procedimiento Administrativo que es la que regula el acceso a los expedientes. No sé dónde tengo la copia de la solicitud, pero el día que consiga encontrarla entre mis caóticos montones de papeles, insistiré en que me envíen una respuesta por escrito. Lo curioso es que yo lo pedía en nombre de Tommouhi que es, obviamente, parte interesada por lo que tuvieron que echar mano de la intimidad. Me confié en la espera de la respuesta escrita, necesaria para poder recurrir la decisión, y el tiempo se ha empeñado en ir a más velocidad que yo.

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